• En su sexto día de campaña, escuchó la preocupación de las familias de Tuxtla por la delincuencia
Por: Escena Chiapas/ Tuxtla Gutiérrez
Para tener una ciudad segura, es necesario que las policías municipales reciban una remuneración digna por su trabajo; y que los ayuntamientos superen las armas de la delincuencia con equipos de alta tecnología, “algo que hoy dista mucho de la realidad”, destacó Emilio Salazar Farías, candidato a diputado federal por el Distrito 9 de la alianza “Va por Chiapas”.
En su sexto día de campaña, visitó colonias del norte-oriente de Tuxtla Gutiérrez, entre ellas: Tuxtla Chico, Agua Azul y Las Flores, donde los vecinos le externaron su preocupación por la creciente inseguridad, que los ha llevado a organizarse para evitar ser víctimas de agresiones que ponen en riesgo su vida y su patrimonio.
“Es importante la participación ciudadana para que todo vaya mejor; pero es reprobable tener que llegar al extremo de colgar lonas y hacer guardias vecinales en las noches para ahuyentar a los ladrones, porque las autoridades brillan por su ausencia; así no podemos hablar de una capital digna”, dijo.
Salazar Farías se comprometió a trabajar en la Cámara de Diputados para hacer frente a esta problemática, con iniciativas que permitan el fortalecimiento de los centros de monitoreo y grabación para la prevención y persecución de delitos en los municipios; y la creación de un fondo especial para instalar cámaras en todos los parques del país.
También consideró importante homologar el salario de todos los cuerpos de seguridad pública, ministerios públicos, peritos y personal de las fiscalías y las policías municipales, “porque no es posible que a nuestros agentes se les exija enfrentar a los delincuentes con valentía y entereza, mientras regresan a casa con un salario de hambre”.
El candidato llamó a las familias de esta zona de Tuxtla Gutiérrez a confiar en la alianza PRI-PAN-PRD para construir juntos un verdadero cambio que se refleje en espacios públicos más seguros; “a votar el 6 de junio por la experiencia y la capacidad”, y no por una transformación simulada que hoy es percibida por la población más vulnerable como un retroceso.