• Exhortó a recurrir a los centros de vacunación, clínicas y hospitales o a las brigadas médicas para aplicarse la dosis correspondiente
• Reiteró el llamado a no bajar la guardia y continuar con las medidas preventivas para evitar contagios
• Ante altas temperaturas y estiaje, pidió no provocar incendios forestales porque es un delito grave que pone en peligro a las personas
Por: Escena Chiapas/
Durante la Mesa de Seguridad, se destacó que la vacuna contra el COVID-19 se ha convertido en un factor importante para avanzar en el control, mitigación y combate a la pandemia, pues de acuerdo con las evidencias médicas este biológico ayuda a cuidar la salud, evita que la enfermedad se agrave y salva la vida, además, impide que este virus siga propagándose en Chiapas y México.
En este sentido, el gobernador Rutilio Escandón Cadenas sostuvo que la entidad cuenta con suficientes vacunas, por lo que insistió en la convocatoria a las chiapanecas y los chiapanecos a acudir a los centros de vacunación, a las clínicas y hospitales, o recibir a las brigadas domiciliarias para aplicarse la vacuna correspondiente, a fin de protegerse ante esta enfermedad tan peligrosa e infecciosa.
Luego de agradecer el esfuerzo que realiza el personal de salud y las autoridades, con el objetivo de fortalecer la estrategia de vacunación contra el COVID-19 en territorio estatal, enfatizó la importancia de no bajar la guardia y continuar con las recomendaciones de las y los expertos de la salud, sobre todo guardar sana distancia, usar cubrebocas y no acudir a lugares con aglomeraciones.
En otro momento, el mandatario reiteró que ha iniciado la temporada de altas temperaturas y estiaje en el estado, por ello fue enfático en el llamado urgente a la población a evitar quemas de pastizales e incendios forestales porque con las ráfagas de viento, que aún tienen presencia en gran parte del territorio estatal, el fuego se puede salir de control.
Asimismo, pidió tomar conciencia porque al provocar este tipo de siniestros, se comete un delito grave que es castigado por las normas jurídicas, además de poner en peligro a los combatientes del fuego, a las familias y su patrimonio, dañar los ecosistemas, a la flora y la fauna, contaminar el ambiente y causar enfermedades respiratorias que con la emergencia sanitaria por el COVID-19 se vuelven más peligrosas.