Por: Escena Chiapas/
El secretario de Desarrollo Urbano Municipal, José Alberto Colmenares, desmintió que la Meseta de Copoya tenga ahora uso habitacional, como falsamente se ha afirmado en algunos medios.
Destacó que el pasado viernes se presentó el Plan de Desarrollo Municipal de Tuxtla Gutiérrez, el cual es un documento de avanzada que dará a la ciudad capital, movilidad, sustentabilidad y crecimiento ordenado.
“Es completamente falso que la meseta de Copoya sea ahora de uso habitacional. Por el contrario, se protegió aún más convirtiendo el 99.8% del área en zona de conservación y solo el 0.14% es de uso habitacional, esto con el objetivo de poder terminar la obra del Brazo Sur, el cual mejorará el suministro de agua en Tuxtla”, precisó.
José Alberto Colmenares explicó que el Plan de Desarrollo Municipal fue realizado por la SOPYC y contó con la colaboración del ICIPLAM, además de haber sido revisado por cámaras, colegios y especialistas ambientalistas, urbanistas y desarrolladores.
Por su parte, la arquitecta María del Rosario Bonifaz Alfonzo, de la Dirección de Desarrollo Urbano de la Secretaría de Obras Publicas y Comunicaciones (SOPyC), condenó también las versiones falsas que han circulado sobre la meseta de Copoya.
“Es completamente falso que la meseta de Copoya ahora tenga uso de suelo habitacional. Precisamente este plan buscó proteger como nunca antes las áreas naturales y logramos que más de 5,600 hectáreas de la meseta de Copoya sean ahora zona de conservación, un verdadero triunfo para nuestro medio ambiente”, declaró.
Aclaró que solamente 8 hectáreas de la meseta de Copoya tienen uso de suelo habitacional, lo que permitirá concluir la obra del Brazo Sur para dotar de agua a la zona de Terán, en el poniente de Tuxtla Gutiérrez.
Aunado a estos señalamientos, la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) destacó la relevancia de este proyecto ya que procura una ciudad más justa e incluyente; busca mejorar la movilidad y da prioridad al transporte público; protege el medio ambiente; impulsa un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos; tiene estrategias para que no haya asentamientos en zonas de conservación o en áreas naturales protegidas; además de que fomenta la eficiencia en el manejo de recursos públicos.