• En todo el estado, a través de las brigadas de los 10 distritos de salud
• Realizan control larvario, fumigación, promoción de la salud, vigilancia entomológica y epidemiológica
Por: Escena Chiapas/ Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
A pesar de la contingencia por el COVID-19, desde el pasado mes de enero, la Secretaría de Salud del estado inició las acciones preventivas y de control para combatir el mosco transmisor del dengue, chikungunya y zika, y así contrarrestar los efectos de esta enfermedad endémica entre la población chiapaneca, con tareas de control larvario, fumigación, promoción de la salud y vigilancia entomológica y epidemiológica.
Estos trabajos de prevención y control de los vectores continuarán durante todo el año, ya que ayudan a disminuir el número de casos de dengue grave, dengue con signos de alarma y dengue no grave, así como de chikungunya y zika.
De enero a la fecha, las brigadas sanitarias han realizado acciones como: control larvario en 108 mil 797 casas, fumigación de 3 mil 986 hectáreas, rociado intradomiciliario en mil 229 viviendas, 83 casos bloqueados e instalación de 8 mil 924 ovitrampas.
La Secretaría de Salud trabaja a través del personal del Área de Enfermedades Transmitidas por Vectores de los 10 distritos de salud, que son Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, Comitán, Villaflores, Pichucalco, Palenque, Tapachula, Tonalá, Ocosingo y Motozintla, para cortar el ciclo de reproducción del mosco en las principales regiones.
Estas acciones se han podido efectuar en toda la entidad chiapaneca gracias a la fuerza de tarea de 455 brigadistas, 49 vehículos, 55 máquinas pesadas, 47 motomochilas y 43 termo nebulizadoras.
En materia de promoción de la salud, la población debe realizar la estrategia de lava, tapa, voltea y tira, por lo que se recomienda lavar frecuentemente cubetas, piletas, tinacos, cisternas, floreros, bebederos de animales y cualquier recipiente que pueda servir para que se acumule; cubrir todo recipiente en el que se almacene agua; voltear cubetas, tambos, tinas, macetas o cualquier objeto que no se utilice y en el que se pueda acumular agua; y tirar botellas, llantas, latas o trastes que ya no se utilizan y en los que se puede acumular agua.
La población también debe cambiar frecuentemente el agua de los floreros y bebederos de las mascotas.